En su álbum más reciente y aclamado, Billie Eilish se pregunta adónde vamos cuando nos dormimos. En una entrevista posterior, agregó que «el álbum para mí es lo que sucede cuando te duermes, todo lo que no tiene explicación». No puedes decirme que sabes por qué tenemos que quedarnos acostados y fingir que dormimos hasta que logramos hacerlo en realidad. Y luego nos quedamos acostados y de pronto despertamos y pasaron 8 horas. Para mí no tiene sentido».
El sueño no deja de ser un misterio en muchos aspectos, pero algunos descubrimientos recientes y fascinantes nos permiten comprender mejor esta actividad diaria que intriga a los seres humanos hace milenios. Esto es lo que sabemos sobre lo que sucede cuando nos acostamos a dormir.
Mantenimiento y reparación
Piensa en un auto que recorre distancias enormes todos los días y permite que el conductor conozca el mundo. Esta máquina necesitaría limpieza y reparación con frecuencia. Tu cerebro es como ese auto y te ayuda a viajar por la vida. Está encendido cada minuto de vigilia. Es muchísimo trabajo. Así como el uso intensivo de un auto provoca desgaste, el uso diario de las células del cerebro (neuronas) las desgasta muchísimo.
Uno de estos tipos de desgaste se relaciona con la cantidad descomunal de oxígeno que usa el cerebro todos los días. El cerebro usa alrededor del 20 % del oxígeno que inhalamos para alimentar unos 86 mil millones de neuronas y los 250 a 300 mil millones de células que las respaldan. El desgaste relacionado con el uso de oxígeno se denomina estrés oxidativo. Este se produce cuando hay más oxidantes (moléculas que atacan las células cerebrales) que antioxidantes (moléculas que las protegen) dentro del cerebro y provoca daño a las células cerebrales. Dicho daño puede dificultar el funcionamiento del cuerpo entero. Es crucial que las células cerebrales se reparen con frecuencia regular, al final de cada día. Gran parte de esta reparación neural se produce durante el sueño.
Mientras dormimos, las neuronas se restauran y reparan y disminuye el nivel de estrés oxidativo en el cerebro. Este proceso protege las neuronas del daño y nos prepara para perseguir lo que soñamos mientras estamos despiertos.
El sueño: la gestión de residuos del cerebro
Otra actividad importante durante el sueño es la eliminación de residuos.
El cerebro es uno de los órganos más activos del cerebro. Piensa en todas las cosas que haces durante el día. Incluso en un día tranquilo, hay mucha actividad: respiras, te mueves, comes y piensas. Todas estas actividades requieren energía que producen las células del cuerpo. Cuando las células cerebrales consumen mucha energía, generan muchos residuos que flotan en el cerebro. Estos están formados en su mayoría por proteínas sobrantes como la llamada beta-amiloide, que puede formar grumos tóxicos para el cerebro. El sueño es el momento para limpiar este desastre.
Todas las noches, en la etapa de sueño más profunda conocida como de ondas lentas, el cerebro elimina los residuos neurológicos creados durante las actividades diarias. La acumulación a largo plazo de estos residuos neurales se vincula con trastornos como demencia y enfermedad de Alzheimer.
Reproducción de las experiencias diurnas
Otra tarea que hace el cerebro por la noche es almacenar las experiencias nuevas que recolectamos durante el día.
Todos los días hablamos con amigos, celebramos cumpleaños, estudiamos, vemos películas, vamos a la escuela o al trabajo. ¿Cuáles de estos sucesos recordaremos? Depende de lo que pasa en el cerebro cuando dormimos.
Para que recordemos una experiencia o evento, se debe reproducir mientras dormimos. Todas las noches, las experiencias diurnas se repiten durante el sueño profundo. De esta manera, el cerebro fortalece los rastros de memoria y los traslada a la parte que sirve como almacenamiento a largo plazo. Así tenemos acceso a ese recuerdo en los años venideros.
El sueño está a cargo de realizar un seguimiento de las experiencias diurnas y limpiar el desastre que se crea mientras pasa el día. Es el momento de reparar el daño que se produjo en las células cerebrales cuando estábamos en actividad, de eliminar los desechos que se produjeron y de almacenar y organizar las experiencias.
Suceden muchas cosas cuando nos acostamos a dormir. Tantas que solo pensar en ellas resulta cansador.
Biografía de la autora
Reut Gruber es científica, psicóloga y experta en sueño. Es profesora en el departamento de psiquiatría de la Universidad McGill y directora del laboratorio de atención, comportamiento y sueño en el Instituto de la Universidad de Salud Mental Douglas; diplomada de la Academia Estadounidense de Terapia Cognitiva (ACT) de EE. UU. y psicóloga matriculada de l’Ordre des Psychologues du Québec (OPQ), QC, Canadá.