Cualquier padre de un niño pequeño te dirá que las siestas tienen poderes asombrosos.
«Mi hijo durmió cinco minutos en el auto y milagrosamente recargó energías para cinco horas más».
— Cualquier padre de un niño pequeño
Si una siesta breve funciona para los niños de dos años, ¿puede tener el mismo efecto en un adulto agotado?
Según décadas de investigaciones, sí. La siesta breve (si se practica de manera eficiente) es una gran herramienta para recargar energía y revertir los efectos del mal sueño. Exploremos lo que dice la ciencia acerca de la siesta breve perfecta.
Los potentes beneficios de la siesta breve
En un mundo ideal, todas las noches dormiríamos profundamente entre siete y ocho horas. Sin embargo, la vida suele presentar obstáculos que pueden interferir con una buena noche de descanso. En esos momentos, tenemos que agradecer a los generosos investigadores que estudian la ciencia de las siestas breves. Porque resulta que, cuando la vida nos agota, las siestas breves son nuestras mejores amigas.
Según un estudio realizado en enfermeros y médicos de salas de urgencias nocturnas, las siestas breves a las 3 de la mañana mejoraron el rendimiento y la agudeza mental. Otro estudio demostró que las siestas breves eran equivalentes a la cafeína, o incluso mejores, para potenciar la memoria y el aprendizaje motor (aptitudes que implican coordinación física, como el servicio del tenis).
Quizá, la mejor noticia sea que las siestas breves pueden contrarrestar los efectos nocivos de la privación de sueño. En un estudio de 2015 de la Université Paris Descartes, se descubrió que una siesta de apenas 30 minutos podía revertir los efectos inmunológicos y hormonales del mal sueño en personas que eran, por lo demás, saludables.
Si bien las siestas breves no sustituyen una noche de sueño profundo, resulta útil saber cómo aprovecharlas para recargar energía rápidamente sin afectar nuestro patrón de sueño regular. Por eso, armamos una lista de consejos para ayudarte a dormir la siesta más efectiva.
Claves para dormir una siesta breve perfecta
1. Encuentra la duración y el momento ideales para tu rutina.
Si la siesta breve se ajusta a tu rutina, te resultará más fácil relajarte y aprovecharás al máximo este momento de sueño reducido. Las siestas de menos de 30 minutos son las más eficaces. Si duermes más, corres el riesgo de caer en un sueño profundo, que puede alterar tu rutina de sueño nocturno y del cual es más difícil despertar.
2. Crea un entorno de sueño relajante.
Encuentra un sitio silencioso y aislado para dormir la siesta. Si estás en un entorno ruidoso, puedes usar los sonidos relajantes de la aplicación BetterSleep para bloquear el ruido externo. También puedes agregar una meditación guiada para dormirte más rápido. Si la habitación es luminosa, bloquea la luz con una máscara para dormir y crea un entorno nocturno en la mente.
3. Programa una alarma para despertarte a tiempo.
Elimina la preocupación por dormir de más: programa una alarma para despertarte en paz a la hora deseada. Así te relajarás más rápido antes de dormirte y te asegurarás de que la siesta tenga la duración justa para recuperar la energía.
No siempre es posible dormir bien durante la noche, pero la siesta breve del niño en el auto nos deja una lección muy valiosa. Cuando duermas una siesta breve, no olvides las reglas: comprométete, hazlo en un entorno relajante y no te excedas en el tiempo. Si sigues estos pasos, tendrás la energía necesaria para superar el resto del día.